Poco a poco la naturaleza se va adentrando en la arquitectura. Una tendencia que esta arraigándose en nuestras ciudades es la de los "techos verdes" o jardines ubicados en las cubiertas de los edificios.
Esta tendencia es relativamente nueva y surge en Alemania sobre 1960, si bien, desde antaño algunos países escandinavos ya la usaban, aprovechando sus beneficios.
Estos tipos de techos no solo se usan con finalidad decorativa, sino que tienen numerosas propiedades entre los que cabe destacar que ayudan a prolongar la vida de la cubierta, mejoran la climatación, actúa como barrera acústica, además de servir para cultivar frutas, verduras y flores...
Además de la vistosidad de este tipo de cubierta, que dota a nuestro edificio un carácter mucho más exclusivo, se encuentra el valor medioambiental. Las plantas que se ubican en estas superficies actúan de "zona verde". Si el uso de estas cubiertas se generalizase, podríamos reducir la velocidad de el cambio climático, además de todo aquello que conseguiríamos al tener un "bosque" sobre nuestras ciudades.









