"si escuchas el sonido de Fallingwater, oyes el sosiego del campo". Con estas palabras, Wrigth definió la perfecta síntesis armoniosa que logró obtener entre el bosque, el agua, las rocas y los elementos del edificio. Wright decidió convertir el arroyo como el protagonista del proyecto residencial, ya que da la sensación de que la cascada nacida de los desniveles del terreno brotaba de la misma casa.
Wright decidió alternar la piedra local y el cemento armado, para imitar la estratificación rocosa del lugar. La sensación de esta casa, es como si quisiera esconderse entre la naturaleza.
Wright se enfrentó a los ingenieros y los técnicos de la empresa constructora por un consistente problema con las terrazas exteriores de cemento armado. Como anécdota Wrigth se colocó debajo de uno de los voladizos mientras que los obreros quitabanlos encofrados y los puntales que sostenían el voladizo, si Wright hubiera fallado en el cálculo de sus voladizos él hubiera sido la primera víctima.


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